Entre tanto caos de las tormentas pasadas
pude encontrar un poco de luz de mis luciérnagas
guiándome a través de ese largo camino de tristeza y desolación
dandomé cuenta que la de la culpa no fui yo.
Me conformé y me mantuve en silencio
porque me sentía tan ilusionada
pero a veces no solo se trata de entregarlo todo
si no, de priorizar el amor a uno mismo.
Se lo di todo
y no, no fue mi culpa
porque entre mis noches de cuestionamientos
siempre quise hacerlo feliz, incluso si mi mundo se venía abajo.
Ya no escucho lamentaciones de parte de mi corazón roto
porque mis personas, están conmigo
nunca estoy sola y aunque es un proceso largo
sé que el amor nunca me ha faltado.
Ahora, puedo pensar un poco más en mi
en seguir y no titubear
porque siempre viene algo mejor
y por primera vez en la vida
merezco más que un simple "te amo"
porque amar va más allá de las palabras.
.jpeg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario